Cambio climático: una gran amenaza para la estabilidad financiera

El informe “Tackling climate change: The role of banking regulation and supervision”, elaborado por Mazars y el Official Monetary and Financial Institutions Forum (OMFIF) analiza, a partir de una encuesta a 33 bancos centrales (entre los que está el Banco de España) y autoridades regulatorias de todo el mundo, los desarrollos actuales y futuros en la lucha contra el cambio climático en el ámbito financiero: qué ajustes en políticas se están llevando a cabo en las diferentes jurisdicciones del mundo para evaluar y controlar los riesgos climáticos, cómo van a desarrollarse estas acciones en el futuro, etc.

El 70% de los bancos centrales y autoridades reguladoras ya consideran el cambio climático como una gran amenaza para la estabilidad financiera, por lo que integrarán los riesgos climáticos en las prácticas supervisoras y los test de estrés en sus respectivos mercados. 

En este sentido, algo más de la mitad de los bancos centrales (55%) destaca que están ya supervisando los riesgos climáticos y un 27% adicional indica que responden activamente a dichos riesgos. No obstante, no existe un consenso sobre a quién deben atribuirse las responsabilidades en esta materia, ya que un 12% afirma que, aunque entienden que el cambio climático es un gran riesgo, la acción debería venir de otras instituciones normativas, como por ejemplo de áreas o departamentos de los gobiernos nacionales.

Principales medidas y mayores riesgos

El documento pone de manifiesto que los bancos centrales y las autoridades regulatorias integran cada vez en mayor medida los riesgos climáticos en sus actividades. En un futuro a corto plazo, las principales medidas que se pondrán en marcha serán:

1. La evaluación del riesgo climático como un riesgo financiero más en los tests de estrés

2. Fomentar o requerir información financiera relacionada con el clima

3. Establecer una normativa sobre los criterios de sostenibilidad para las finanzas/préstamos ‘verdes’ por parte de los bancos regulados.

La inclusión de consideraciones relacionadas con el clima en los test de estrés continúa en una fase muy temprana: sólo el 15% de los encuestados actualmente incluye aspectos relacionadas con el clima en sus pruebas rutinarias. Aunque, el estudio destaca que este porcentaje se incrementará en el futuro, ya que el 79% afirma que lo hará en los próximos años.

En relación con los retos que deberán afrontar los actores del sector, la mayoría de encuestados señala la falta de herramientas analíticas que proporcionen la información necesaria y datos de calidad como principales problemas: así lo afirma el 84% de los entrevistados. Además, la fragmentación de los marcos de riesgo climático también se considera un desafío clave, con el 31% de los encuestados preocupados por la falta de homogeneización de los marcos de supervisión.

“Cuatro años después del acuerdo de París, el debate sobre el cambio climático continúa proliferando. El cambio climático afectará a todas las instituciones financieras y el tema ocupa un lugar destacado en la agenda de los supervisores y reguladores de todo el mundo", concluye Carlos Marcos, socio responsable del sector banca de Mazars en España”. 

 

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