De los depósitos de gasolina a los bancos de datos: la transformación de la industria del automóvil

Hace tiempo que han cambiado las prioridades de los consumidores de automóviles, pasando de tener como objetivo simplemente el desplazamiento de un punto a otro, a la comodidad, el estatus, el entretenimiento y mucho más. Hoy en día, estas prioridades están sufriendo nuevos cambios, dirigiéndose hacia la sostenibilidad y la “movilidad como servicio” (MaaS). Las empresas del ecosistema automovilístico, que consigan ganar y crecer en este entorno, formarán asociaciones estratégicas, harán el mejor uso de los datos y serán imaginativas sobre cómo mejorar la experiencia del automóvil.

Grégory Derouet, codirector mundial del sector automovilístico de Mazars, afirma que los hábitos de consumo subyacentes a la industria del automóvil han cambiado significativamente en sólo tres generaciones. “Mi abuela, de ochenta y seis años, fue testigo de la transición de los carros de caballos a los coches. Para la generación de mis padres, era normal tener un coche por persona. La próxima generación ya no hablará sólo de coches, sino de una nueva serie de criterios más allá de la movilidad”.

El segundo cuarto del siglo XXI estará dominado por el reajuste de las economías para dar servicio a más personas, la descarbonización y la mejora de la resiliencia frente a pandemias y otros riesgos. También se caracterizará por las nuevas tecnologías, los grandes conjuntos de datos y los cambios en los hábitos de consumo.

En consecuencia, según Derouet, “la industria del automóvil está experimentando, de nuevo, una gran transformación en sus operaciones y su mentalidad. Está pasando del modelo de “huella pesada”, del siglo XX, caracterizado por la producción en masa, la fabricación intensiva en carbono y la propiedad de activos, al modelo de “huella ligera”, del siglo XXI, caracterizado por los sistemas personalizados, la tecnología de movilidad compartible y las tecnologías más sostenibles”"

¿Cuáles son los aspectos claves de la transformación de la industria del automóvil?

  • Adaptarse a un mayor nivel de sostenibilidad. Esto significa aumentar las tasas de ocupación, mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono. También requiere que los fabricantes respondan a los cambios en los hábitos de transporte, como el aumento de los desplazamientos a pie y en bicicleta, y que se preparen para un mayor número políticas destinadas a orientar a los consumidores hacia alternativas con menos emisiones de carbono.
  • Creciente demanda de la capacidad de compartir y de sistemas integrados. Ambas cosas están reconfigurando radicalmente los mercados y dando importancia a la integración con los sistemas conectados. Aplicaciones como ‘Whim’, en Helsinki, que ofrece una “ventanilla única” para acceder al transporte público, las bicicletas urbanas, los taxis y los coches de alquiler, son cada vez más populares. 
  • Prioridad a la personalización. Veremos a los fabricantes de automóviles competir para reconocer las preferencias individuales en el coche.

Cómo tener éxito en la era de la “movilidad como servicio”

Las empresas del ecosistema automovilístico tendrán que cambiar de marcha para ganar en la era de la MaaS. “En el futuro, los factores de éxito serán la capacidad de mejorar la capacidad de recopilación y el análisis de datos, generar asociaciones de éxito (en ocasiones, inusuales) y fomentar la imaginación y la creatividad”, afirma Guillaume Devaux, director global del sector tecnológico de Mazars.

El campo de batalla de los datos

Los fabricantes deben competir cada vez más en su capacidad de captar y analizar datos. Por ejemplo, un coche que utilice la tecnología de reconocimiento del tono de voz, para recopilar datos sobre la experiencia de conducción a partir de señales sutiles en el tono de voz del conductor, puede proporcionar datos útiles sobre las preferencias del cliente. “Los fabricantes ya recogen muchos datos, como los tiempos de aparcamiento, la distancia recorrida y los datos de los componentes individuales de los coches”, explica Derouet. “Sin embargo, gran parte del valor de los datos reside en la capacidad de identificarlos, analizarlos y, en consecuencia, adaptar la próxima generación de coches”.

El reajuste para situar la recopilación y el análisis de datos en el centro de la estrategia puede requerir una transformación interna, la adquisición de nuevas habilidades y capacidades y una inversión significativa en investigación y desarrollo. Los fabricantes que sean imaginativos y tengan visión de futuro sobre cómo mejorar la experiencia de estar en un coche tendrán una ventaja.

Ganar mediante asociaciones

Los fabricantes también tendrán que aprovechar al máximo las asociaciones y empresas conjuntas con empresas de carsharing, concesionarios, empresas que utilizan flotas y otras. 

El alquiler de coches es un ámbito en el que las asociaciones son un factor clave de éxito, ya que ofrecen a los fabricantes acceso a nuevas fuentes de ingresos. Devaux pone el ejemplo de Free2Move, que permite a los consumidores encontrar y comparar vehículos de una gran variedad de proveedores de carsharing. “La aplicación es propiedad conjunta de los propietarios de automóviles, Peugeot, Citroën y Opel, y logró un crecimiento de dos dígitos en sus ingresos en el primer semestre de 2020”, destaca. “En los próximos años, serán necesarias más asociaciones y empresas conjuntas, si los fabricantes pretenden capitalizar el cambio hacia el carsharing y probar modelos de negocio que sobrevivan a esta revolución digital”.

Los acuerdos de suministro para algunas de las mayores plataformas de movilidad compartida son también un factor de éxito creciente, ya que parece que van a ofrecer una mayor proporción de la demanda. Sus requisitos difieren de los requisitos de los consumidores, ya que tienden a favorecer modelos más baratos y uniformes.

“Las asociaciones con los concesionarios (digitales o físicos) siguen siendo importantes, ya que suelen ser los directores de la relación con los compradores finales”, afirma Devaux. Para mantener y aumentar la cuota de mercado, los fabricantes tendrán que establecer estas relaciones. Los concesionarios también siguen siendo muy valiosos, a corto plazo, ya que prestan servicios al consumidor, como garantías y asistencia posventa, aunque la pandemia de la Covid-19 está cambiando la situación.

Las asociaciones con empresas que ofrecen coches de empresa también pueden convertirse en un factor de éxito, cada vez más importante, si se considera que los vehículos son un beneficio de empresa, en lugar de una compra individual.

Devaux sostiene que los fabricantes de éxito del futuro serán los que encuentren un equilibrio entre “la mercancía, la utilidad, la imagen de marca y el valor que añaden”. Por encima de todo, este cambio de mentalidad de fabricación a una mentalidad de MaaS requerirá imaginación para replantear las suposiciones fundamentales sobre lo que puede hacer un coche, las capacidades de datos y análisis, para validar esas suposiciones, y la capacidad de transformar los procesos para ofrecerlos de forma eficaz.