Covid-19: Impacto en el sector media

Mientras los ciudadanos pasan más horas en sus casas, los proveedores de contenidos se encuentran atrapados entre un incremento en la demanda, una competencia feroz y una caída de los ingresos publicitarios. Es posible que algunos puedan salir reforzados gracias a nuevos acuerdos, pero otros están perdiendo esta nueva batalla comercial. El free content que engancha a los usuarios durante este tiempo podría ser la clave al éxito a largo plazo.

Más espectadores, menos ingresos

Los ingresos publicitarios están, naturalmente, afectados por la desaceleración económica actual provocada por el Covid-19 que ha llevado a la reducción de muchos presupuestos de marketing. Los ingresos publicitarios en algunos canales de televisión han bajado entre un 50 y un 70%. Sin embargo, al mismo tiempo, los actores de la industria están atrapados en un círculo vicioso: afrontan una caída de ingresos y a la vez se esperan que ofrezcan programas de alta calidad a una audiencia más conectada que nunca. En Francia, por ejemplo, un canal de noticias registró en marzo un máximo histórico de audiencia, atrayendo casi el doble de los espectadores habituales.

El Covid-19 ha añadido más retos para las empresas del sector ‘Media’ a los ya existentes hasta el momento: recortes de publicidad y una competencia feroz. Ahora tendrán que compensar el déficit durante el resto del año, pero su capacidad de lograrlo dependerá de sus enfoque estratégico y de las ganas de invertir una vez que haya pasado la etapa inicial de la pandemia.

Mientras tanto, los medios online están aprovechando la crisis. Proveedores como Netflix y Amazon han recibido una afluencia de clientes nuevos. Incluso se han producido interrupciones del servicio en algunos lugares de Europa y los EEUU como consecuencia de que millones de suscriptores de Netflix se han registrado e iniciado sesión. Durante la pandemia, Disney+ también se ha lanzado en territorios que incluyen el Reino Unido y Francia y será una elección natural para padres e hijos con ganas de distraer su atención de la situación actual. 

STREAMING DE MúSICA HA BAJADO

Sin embargo, plataformas de música, son, de momento, los perdedores del Covid-19. Streaming de música está destinado principalmente a los oyentes individuales y, en muchos casos, durante el trayecto diario al trabajo, algo que con el confinamiento se ha visto afectado. Quartz revela que el volumen de oyentes bajó un 23% en Italia y un 13% en los EEUU y España entre el 3 y el 17 de marzo. La caída en oyentes combinado con los recortes en presupuestos de marketing significa que las plataformas de streaming tendrán un 2020 menos lucrativo que lo esperado.

Aplazamiento de publicaciones

La industria de libros ha sufrido con la obligación de cerrar tiendas y cancelar eventos. En principio, la mayoría de los editoriales habían planificado el aplazamiento de los próximos lanzamientos, pero ahora que la pandemia ha durado más tiempo de lo que habían pensado originalmente, algunos lanzamientos pueden suceder en junio.

A pesar de la crisis para vendedores de libros tradicionales, las ventas de libros electrónicos están prosperando: algunas plataformas han comunicado un aumento de entre 75  y 200% en la actividad. Al principio de la crisis, las descargas aumentaron para libros de colegio para asegurar el seguimiento de la educación, seguido por un aumento en descargas de literatura unos días después, y hay muchos lectores que están descubriendo los libros electrónicos por primera vez. El Covid-19 podría cambiar ¿para siempre? la industria del libro ya que cada vez hay más lectores acostumbrándose a ver sus libros en pantalla en lugar de en papel.  

Nuevos modelos de negocio para los gustos cambiantes de los clientes

Los editoriales de libros, además de otros proveedores de contenidos, están ofreciendo un libre acceso a los nuevos usuarios, calculando que permanecerán con ellos – y empezarán a pagar – una vez que se acabe la crisis. Con repensar el marketing de su oferta, empresas del sector pueden mostrar su contenido sin coste y atraer usuarios para que se conviertan en clientes de pago.

La dura realidad del asunto es que, en 2020, muchas empresas de la industria van a perder dinero – o, por lo menos, ganar menos de lo previsto. Pero el panorama a largo plazo podría incluir una reestructuración fundamental de hábitos de consumidores, mientras la gente prueba nuevos servicios de streaming y leen su primer libro electrónico. Los clientes podrían también volver a los canales tradicionales de noticias después de rechazar las plataformas de asuntos de actualidad online, algunas de las cuales no son todo lo rigurosas que cabría esperar.  Cada día, los hábitos dan forma al sector de medios y en la medida en que van cambiando aquellos hábitos, las organizaciones deberían modificar su oferta para atender las nuevas expectativas de los consumidores.

Durante la última década, el sector de los medios se ha demostrado resistente. Mientras nuevos actores han entrado en el mercado, los actores establecidos han modificado su producto para seguir a unos clientes ávidos por un contenido a bajo demanda y personalizado. Aquellos que no podían, han desaparecido. Por todo ello, las empresas del sector tienen experiencia en encontrar nuevas rutas al mercado. Es decir, el sector podría aprender de su historia reciente para apuntalar su futuro.